
Ésta es una alegoría para decirte simplemente que el amor por tu Hijo no desaparece en mi vida, que es como esa luz del faro que divisamos a lo lejos y que, con las subidas y bajadas, podemos perder de vista transitoriamente.
Por ello, hoy que es en cierto modo tu cumpleaños, quería darte este regalo, mamá: Decirte que me he enamorado otra vez de tu Hijo. Él nunca había dejado de quererme.
Un beso. Feliz cumplecepción. Y felicidades también a Sta. Ana a San Joaquín y a toda la humanidad.
Si compartimos el amor por su Hijo, formamos parte de la misma familia.
ResponderEliminarUn abrazo.