11/12/08

Homenaje a Soseki, a todos los alumnos de la muerte


Todas las muertes son la muerte.

Por ello cualquier muerte es admirable (digna de ser observada), incluso aquellas que por su notoriedad parecieran ser "especiales" o "mejores" que otras.

La muerte, profesora de humildad, a veces da clases particulares y en otras notoriamente enseña en la plaza pública, la picota, el púlpito, las pantallas o las columnas periodísticas.

Solidaricémonos con los afectados -ahora- con visita de la muerte, nosotros que lo fuimos o lo seremos. Pues todo dolor es el dolor, como toda muerte es la muerte y, cuando nuestros pechos se expandan y nuestros corazones se ablanden leyendo los testimonios de dolor literariamente narrados, uniendo al dolor el arte (¡cómo nos quemó Manrique desde niños!) recordemos, avivemos el seso y despertemos, cómo se pasa la vida, cómo se llega la muerte. Y cantemos con gozo resurrecto, ¿dónde, oh muerte, tu aguijón? 

Pues el corazón vivo, canta su canción de amor que vence, cada latido, a la muerte circundante, al abismo vertiginoso, mientras a cada paso avanzado a ritmo cardiaco, se abre la jungla del futuro ignoto y tras nosotros brotan las flores, frutos y anticipos del amor.

Acompañadme en el sentimiento de vivir porque no muero todavía.

enlace vivamente recomendado: http://www.sanchezdrago.com/blog/?m=200812

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