
por encima de todos
yo sé lo que os conviene
y hago de ello mi profesión
Mi reino sólo acepta
súbditos fieles
que sepan y reconozcan en mí
al Rey Sabio que dirige sus vidas
Sutilmente, los conduzco
a mi paraíso soñado
donde nadie me discuta
donde todas se fascinen
Con mis cuentos creo
con mis cuentos creen
y si no creen
evidencia de su ignorancia
de su apego
de su inconsciencia
de su dura infancia
de su ceguera
y justo castigo a sus actos
a su desobediencia
a su indiferencia
al destierro reflexivo
condenados están
hasta que reconozcan
el error de no aceptar
a este su señor
que amablemente
les muestra la realidad
de la vida y el amor
al insignificante precio
de su libertad errada
que no han sabido,
tan bien como yo,
disfrutar para ser
reyes en sus vidas
A todos los débiles
que amor procuran
sin condiciones iniciales
el mio les ofrezco
por ello corren presto
a asilarse en mi reino
donde mejor sentido
a sus vidas hallaran
Mi libertad es sagrada
mi capricho es voluntad
mis palabras la verdad
mi escudo las buenas intenciones
mi fuerza su entrega
mi vida que la suya me den
Bebo mi vida
aderezada con otras
con atenciones obtenidas
y merecidas por mi
hasta el fin de los tiempos
hasta que mi destino
otros planes me ofrezca
Canción del ego soberano
Salustiano Salazar
(1936-1939)
dialectica o liberalismo?¿ o también, dónde queda el amor?
ResponderEliminarbesos
¡Muy buena esta canción! Conozco la letra y la música.
ResponderEliminarRecientemente la he escuchado y bailado en medio de un timo a cuatro bandas. Menos mal que yo me piré rápido...
Y de amor, na de na, se llama egoísmo.
Hola, Amor propio, eso tendría que ser evidente: Todo dilema es una trampa de la mente que precisa resolverse en un nivel superior.
ResponderEliminarDe hecho esa es la clave que veo en la canción: la ausencia de amor. Quizás sólo se vea con las gafas del humor ;-)
Damnificada, te digo lo mismo que antes: humor para ver amor. O sea, lo que parece que tienes en abundancia.
ResponderEliminarSuelen ser depredadores los que aconsejan no huir de los peligros. ¡Qué ironías!
Por cierto, voy a buscar la música, a ver si la encuentro. ;)