8/2/09

Somos como somos desde que somos hasta que no somos

Al principio cuando lo conoces decis ahi qe lindo, despues van pasando dias horas minutos i lo empezas a extrañar, cada dia qe lo ves te vas enamorando i enamorando cada dia mas i es tan lindo enamorarse pero RE lindo. Pero antes de enamorarse tenes qe estar segura qe qeres estar con el, qe lo amas qe es tu amor de verdad, qe decis aaaaaahy si el es el amor de mi vida, el es LA RAZON DE MI EXISTIR, el es el chico con el qe me voy a casar, el es el chico con el qe voy a tener hijos, el es el chico qe me voy a vivir con el, el es el chico qe cuando esta con migo ase qe todo lo malo se valla, el es el chico qe me saca una sonrisa siempre, el es el chico qe aaaaaamo, el es el chico qe daria todo por estar con el, el es el chico qe daria todo por qe no le pase, el es el chico qe daria todo lo posible para no fallarle. Y asi es siempre, te enamoras con una ILUSION porqe el chico perfecto NO existe, son todos unos GATOS de mierda, qe lo unico qe qieren es COJER, qe no le importan los sentimientos del otro. Pero ya esta comprendi qe NO valen la pena, o capas qe si, pero soy chica tengo 12 años y MEDIO i tengo una vida por delante, i tengo tiempo para estar mal por chicos, pero no es el momento.

El parrafo anterior es real. Quiero decir está extraido de un blog. Ya tiene algunos meses y la protagonista ha seguido escribiendo. Lo traigo aquí sin ningún tipo de mofa o sentido de la superioridad. Con el máximo respeto, sin caer en el típico aire displicente de los adultos acerca de las experiencias de los más jóvenes. Para mí es un testimonio de la naturaleza humana, de como funciona la conciencia y los sentimientos. De como vamos explorando nuestra capacidad de ser y sentir, de emocionarnos, de ser sentimentales, etc. Pues aunque pasen los años, si miramos con honestidad atrás veremos que en el desarrollo ontogenético, como en el filogenético, las etapas parecen diferentes, intensas e incluso excluyentes, pero son bastante parecidas unas a otras y todas entre sí. Vamos que somos como somos desde que somos hasta que no somos. Y los cambios son o parecen ser más fenoménicos que esenciales.

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